La duración de un proceso de coaching es variable en función del objetivo marcado por el cliente, pero el programa inicial consta de 5-6 sesiones de 60 minutos. En coaching se trabaja para generar personas autónomas y con recursos, el coaching es la antítesis de la dependencia y llega a su fin cuando se alcanzan los objetivos.
Se fijan los objetivos concretos y esto te permite medir cuando se alcanzan y cuando es apropiado finalizar el proceso de coaching. El intervalo aconsejado entre sesiones es de quince días, en cualquier caso se adapta a tus necesidades
Al finalizar el proceso se puede acordar realizar una sesión de mantenimiento al mes o cada dos meses durante algún tiempo.
Las principales fases y el número de sesiones en el proceso de coaching son las siguientes:
Expones tu problema y determinas si el proceso de coaching es la herramienta adecuada para trabajar el problema que planteas. ¿Es el proceso de coaching la herramienta adecuada para trabajar el problema que planteas?
Identificas el objetivo, se define y se explora la situación (emociones y pensamientos) y las barreras que te impiden o ralentizan la consecución de tus objetivos.
Generas conciencia y transformas tu visión para que se puedan producir cambios (creencias limitantes) y aplicas las herramientas/técnicas/ ejercicios para acceder a este cambio de perspectiva.
Identificas las acciones que necesitas para llevar a cabo tus objetivos, diseñas un plan de acción concreto y los milestones (SMART). Se te proporciona un informe con un plan de acción detallado (incluir precio).
Valoras en qué punto te encuentras, que ha funcionado y qué barreras o contratiempos has encontrado.