Para la International Coaching Federation el coaching profesional se fundamenta en una asociación (partnership) entre un coach y su cliente (coachee) para que éste maximice su potencial tanto personal como profesional a través de un proceso de acompañamiento reflexivo, creativo e inspirador.
El coach acompaña a las personas en su crecimiento personal y ayuda a que éstas desarrollen una toma de conciencia de forma que el coachee tome responsabilidad para realizar las acciones necesarias para conseguir sus objetivos.
Adquisición de nuevas habilidades
Desarrollo de fortalezas y áreas de mejora
Incremento del desempeño y del rendimiento
Mejora en la toma de decisiones
Incremento de la autoconfianza y autoestima
Mayor equilibrio entre la vida personal y profesional
Mayor predisposición al cambio
En las últimas décadas se ha incrementado el uso del coaching grupal en la empresa tanto en el área de recursos humanos como de desarrollo y gestión de equipos y mejora del rendimiento y liderazgo.
Estos son los beneficios del coaching grupal para los participantes:
Promueve el desarrollo de un pensamiento estratégico
Inspira el pensamiento creativo y capacidades interpersonales como la escucha, el coaching, la capacidad de preguntar y recibir feedback.
Desarrolla la inteligencia emocional
Fortalece la confianza y la colaboración entre los participantes
Construye la capacidad de reflexionar, de preguntarse, de resolver problemas y de manejar el tiempo.
El coaching grupal empodera a los participantes a confiar en su capacidad de encontrar soluciones a los retos presentados a través de la inteligencia y energía del grupo.